Estrategia, psicología en la compraventa de oro
Operar en la trading gold, es mucho más que solo analizar gráficos y entender indicadores macroeconómicos. Hay muchos otros factores importantes que están detrás de toda la psicología humana para tomar decisiones bajo presión. Este metal precioso suele despertar muchas emociones dentro de los inversores que pueden llevar a decisiones equivocadas si estas se toman más con el corazón que con la cabeza. Dominar estas emociones y desarrollar una estrategia de negociación sólida es primordial para navegar por el panorama, a menudo volátil, del mercado del oro.
El atractivo psicológico del oro.
El oro tiene un lugar único dentro de la psicología humana. Su valor inherente, el cual es reconocido en prácticamente todas las culturas, puede generar ciertos sesgos emocionales a la hora de invertir que pueden causar problemas si no se realiza el análisis adecuado. Una de las principales razones por las que el oro suele ser popular entre inversores es por la fama de activo seguro, el cual puede hacer que ciertos miedos se disparen en tiempos de incertidumbre económica. Por el contrario, los periodos de fuerte impulso alcista pueden alimentar la codicia, tentando a los operadores a sobredimensionar sus posiciones o ignorar los principios de gestión del riesgo.
La inversión en oro tiende a tener un fuerte sesgo de confirmación que puede moldear la forma en que se realizan las operaciones. Los inversores que tienen una determinada opinión sobre el precio futuro del oro pueden buscar selectivamente información que confirme sus creencias, mientras que desprecian los datos contradictorios. Esto puede llevar a una mala toma de decisiones. Estas decisiones pueden conllevar importantes pérdidas, tanto de capital como de oportunidades.
El miedo a las pérdidas es otro factor considerable que está presente cuando se hacen inversiones con oro. Sin lugar a dudas el dolor de perder capital suele ser mucho más intenso que la inyección de dopamina que traen las ganancias. Esto puede hacer que los inversores se aferren a posiciones perdedoras durante demasiado tiempo, esperando un cambio de tendencia que quizá nunca se materialice, o que salgan prematuramente de operaciones ganadoras por miedo a perder beneficios.
La estrategia es esencial
Es necesario tener una estrategia correctamente definida que te permita paliar este tipo de sesgos psicológicos que te puedan afectar. Una estrategia tiene que tener objetivos definidos, ¿estás pensando obtener beneficios a corto plazo, como cobertura frente a otras inversiones o como parte de una estrategia de diversificación de su cartera a largo plazo? Los objetivos influyen en el estilo de negociación y deben ser considerados en todo momento. Una vez entendidos los objetivos toca desarrollar un plan robusto de inversiones.
Este plan debe definir los criterios de entrada y salida, las normas de dimensionamiento de las posiciones, los protocolos de gestión del riesgo (incluidas las órdenes de stop-loss) y los instrumentos específicos de negociación con oro que utilizará (futuros, ETF, etc.).